Manuel Pellegrini y la identidad del Real Betis
Bajo la serenidad de Pellegrini, el Betis encontró un rumbo claro y una identidad madura con un futuro completamente abierto. Sevilla respira fútbol y el técnico chileno logró canalizar toda esa energía andaluza en un proyecto estable y ambicioso con mucha identidad que sigue en desarrollo
Calma, precisión y tiempo
Manuel Pellegrini, el ingeniero, pertenece a ese grupo reducido de entrenadores que no necesitan elevar la voz para moldear un equipo. Con un andar sereno, con una mirada que parece medir los ritmos del fútbol como si fuesen compases de una sinfonía, formó antes del Real Betis una carrera que atravesó diferentes países, así como diversas realidades. Dirigió gigantes y planteles repletos de estrellas. Así como otros que pedían tan solo una oportunidad
Al momento de su llegada a tierras andaluzas, Pellegrini ya era un entrenador consolidado, con una estética reconocible y con una sensibilidad particular hacia los clubes que necesitan orden. Ya tenía ese tacto que lo caracteriza para entrar en instituciones en búsqueda de identidad.
Tanto su nombre como su legado en construcción generan confianza. Y bajo esa bandera es que lidera hoy al Real Betis. Con trabajo, humildad y firmeza.
Su llegada, y un Betis en reconstrucción
Con un Betis navegando entre dudas, con altibajos, cambios e inestabilidad, entonces apareció la figura de Manuel Pellegrini. Tras una temporada 2019/20 en la que se coqueteó de cerca con el descenso en La Liga, el Real Betis decidió apostar por la serenidad y la trayectoria. Confiando en que de la mano del ingeniero, se podría comenzar a reconstruir una identidad y una personalidad que el club siempre tuvo.
La pandemia obligó a mirar el fútbol desde una distancia emocional extraña. Sin público, sin ruido. Sin las calles llenas antes de un partido, la identidad bética estuvo suspendida en el tiempo. Y es por eso que lo del chileno adquiere aún más valor. El equipo volvió a sentirse poco a poco competitivo, reconocible. Un equipo que diera orgullo a su afición
Esa misma temporada acabaría con el Betis clasificando a la Europa League del próximo año.
Identidad, historia y sentimiento
El Real Betis Balompié es mucho más que una institución deportiva. Es una forma de vida incrustada en la ciudad, de Triana hasta La Macarena. El pueblo andaluz tiene esa magia de mezclar arte y aventura de una manera imposible de explicar.
La cultura bética tiene su propio tono, distinto al resto. Hay una alegría resistente, una convicción superadora e innegociable. En el Real Betis las derrotas duelen, pero jamás destruyen. El verdiblanco es su rica historia, es su barrio, su estilo. Manuel Pellegrini no llegó para nada más que organizar y reivindicar la identidad bética.
Su Betis juega con identidad propia. Algo que en un fútbol que a veces parece dominado por la prisa y el caos no es poca cosa. Su equipo es competitivo, pero también sereno. Consciente de su potencial y sus herramientas, pero también de sus límites.
Proyecto, presente y un horizonte
El proyecto del ingeniero Pellegrini atraviesa ya varias temporadas y conserva algo esencial en su coherencia y su manera de entender el fútbol. Hay una sensación de madurez deportiva, una estabilidad emocional, un equilibrio entre ambición y realidad que Pellegrini ha sabido cultivar con paciencia, eligiendo correctamente a los refuerzos, entendiendo qué juveniles proyectar, y demás.
Coronando una histórica temporada 2021/22 con la consagración de la Copa del Rey tras vencer al Valencia 5-4 en la tanda de penaltis, Manuel Pellegrini se cimentó como leyenda del club. La tercera Copa del Rey en la historia del club, tras los títulos de 1977 y 2005, desató el delirio del pueblo bético que, en la siguiente temporada, despediría a Joaquín, la leyenda más grande en la historia del club, quien colgaría las botas tras una carrera inolvidable y siendo el futbolista con más presencias en la historia no solo del Real Betis, sino de toda la historia de La Liga.
Parece increíble que en las pocas temporadas que el entrenador chileno lleva al mando del conjunto bético tantas historias hayan sido escritas. Estadios vacíos por la pandemia, un título luego de casi diez años, la despedida del más grande ídolo que alguna vez vistiera los colores verdiblancos. La historia entre Manuel Pellegrini y el Real Betis no parece estar ni cerca de terminar, más bien todo lo contrario, se sigue escribiendo al compás de los más grandes relatos que nos haya dejado el fútbol español. Una historia llena de sentido e identidad. La de un técnico que encontró su lugar en el mundo y la de un club que reencontró su identidad. De cara al fin de la 2025/26 solamente queda seguir soñando y mirar hacia delante con ambición y pertenencia.
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